Descripción
La añada 2015 presentó un análisis climático en tres fases, caracterizado por contrastes marcados, nítidos y determinantes, que definieron esta temporada. Una primavera notablemente soleada y árida dio paso a un junio caluroso y bochornoso; un verano otoñal fresco y lluvioso; y un septiembre cálido, luminoso y extraordinariamente seco, casi similar a un típico mes de agosto. El secreto de esta añada se atribuye a la combinación del terreno y al compromiso de los viticultores: la aplicación de yeso, destinada a mejorar el drenaje en las zonas medias y bajas de la colina, contribuyó a gestionar eficazmente los estancamientos de agua veraniegos. Nuestras prácticas agrícolas, cada vez más sostenibles, desempeñan un papel fundamental ya que nos permiten perseguir el equilibrio ideal y la plena maduración de la uva.