Roberto es un pizzero experto que fundó un taller para ofrecer la posibilidad de hacer en casa la verdadera pizza italiana. Ha creado una base para pizza precocida con una mezcla de harinas especiales, sin conservantes ni aditivos. La masa está envasada con una máquina especial que permite su conservación hasta 20 días mediante cierre hermético con gases inertes. El resultado es una masa para pizza fresca, suave como la original, para condimentar al gusto. Se recomienda un condimento clásico con mozzarella de búfala, aceite de oliva virgen extra y salsa de tomate. Para acompañar, sugerimos Franciacorta Extra Brut o una cerveza clara artesanal. La base para pizza se conserva al menos 20 días en su ambiente protegido; una vez abierta, debe condimentarse y consumirse. La preparación comienza con una mezcla de harinas, aceite EVO, sal y levadura de cerveza. La masa reposa en oscuridad durante unas 24 horas, luego se vuelve a amasar, se corta en porciones, se estira, se extiende y se precocina. Una vez enfriada, la base se envasa con una máquina que crea una atmósfera protegida gracias al uso de dióxido de carbono y nitrógeno.
Precio IVA incluido
Roberto es un pizzero experto que fundó un taller para ofrecer la posibilidad de hacer en casa la verdadera pizza italiana. Ha creado una base para pizza precocida con una mezcla de harinas especiales, sin conservantes ni aditivos. La masa está envasada con una máquina especial que permite su conservación hasta 20 días mediante cierre hermético con gases inertes. El resultado es una masa para pizza fresca, suave como la original, para condimentar al gusto. Se recomienda un condimento clásico con mozzarella de búfala, aceite de oliva virgen extra y salsa de tomate. Para acompañar, sugerimos Franciacorta Extra Brut o una cerveza clara artesanal. La base para pizza se conserva al menos 20 días en su ambiente protegido; una vez abierta, debe condimentarse y consumirse. La preparación comienza con una mezcla de harinas, aceite EVO, sal y levadura de cerveza. La masa reposa en oscuridad durante unas 24 horas, luego se vuelve a amasar, se corta en porciones, se estira, se extiende y se precocina. Una vez enfriada, la base se envasa con una máquina que crea una atmósfera protegida gracias al uso de dióxido de carbono y nitrógeno.