La vodka de culto de San Francisco. Skyy es diferente. En la atractiva botella azul cobalto con letras plateadas no es solo un reclamo visual: destaca sobre todo por su excepcional pureza y calidad gustativa. La cuna de Skyy Vodka está en San Francisco. El empresario Maurice Kanbar, amante de los destilados de calidad, quería una vodka tan pura que pudiera disfrutarse sin remordimientos. Tras años de investigación, en 1992 Kanbar lanzó una vodka revolucionaria. Para producirla desarrolló un proceso de destilación cuádruple a temperatura controlada que elimina continuamente las impurezas; en un proceso de triple filtración se eliminan además otras partículas no deseadas. El resultado es una vodka muy pura y con cuerpo: la vodka "sin dolor de cabeza". El horizonte de San Francisco, la inmensidad del cielo azul y sus posibilidades ilimitadas inspiraron a Maurice Kanbar a llamarla Skyy.
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La vodka de culto de San Francisco. Skyy es diferente. En la atractiva botella azul cobalto con letras plateadas no es solo un reclamo visual: destaca sobre todo por su excepcional pureza y calidad gustativa. La cuna de Skyy Vodka está en San Francisco. El empresario Maurice Kanbar, amante de los destilados de calidad, quería una vodka tan pura que pudiera disfrutarse sin remordimientos. Tras años de investigación, en 1992 Kanbar lanzó una vodka revolucionaria. Para producirla desarrolló un proceso de destilación cuádruple a temperatura controlada que elimina continuamente las impurezas; en un proceso de triple filtración se eliminan además otras partículas no deseadas. El resultado es una vodka muy pura y con cuerpo: la vodka "sin dolor de cabeza". El horizonte de San Francisco, la inmensidad del cielo azul y sus posibilidades ilimitadas inspiraron a Maurice Kanbar a llamarla Skyy.