

El Parmigiano Reggiano Vacca Blanca Modenese es una excelencia láctea producida exclusivamente con leche de la rara Vacca Blanca Modenese, una raza autóctona ideal para la producción de Parmigiano gracias a su equilibrio perfecto entre grasas y proteínas. Este queso, Presidio Slow Food, representa una salvaguardia de la biodiversidad y de la tradición italiana. Con una maduración de 24 meses, desarrolla un perfil organoléptico distintivo que celebra la tradición y la calidad. Características Organolépticas: Apariencia: Forma cilíndrica tradicional con corteza dura. Pasta de color amarillo pajizo, libre de ojos o con ojos pequeños. Estructura: Granulosidad evidente, con una consistencia quebradiza y soluble, típica de un Parmigiano madurado 24 meses. Olor y Aroma: Notas de mantequilla derretida, leche y yogur, con un retrogusto afrutado que evoca matices de plátano y piña, que otorgan al queso una frescura única. Sabor: Salado y bien equilibrado, con una dulzura natural que se fusiona armoniosamente con las notas saladas, creando un gusto delicado y envolvente. Maduración: 24 meses. Maridajes Recomendados: Miel: Miel de Lavanda. La miel de lavanda, con su dulzura floral y delicada, realza las notas afrutadas y el retrogusto de plátano y piña del Parmigiano, añadiendo un matiz aromático que equilibra la salinidad. Perlas: Perlas de Naranja. Las perlas de naranja, con su toque cítrico y ligeramente dulce, armonizan perfectamente con las notas de fruta fresca del queso, creando un contraste vibrante y aromático. Compota: Compota de Peras y Vinagre Balsámico de Módena IGP. La compota de peras, dulce y ligeramente ácido, enriquecida por el balsámico, se combina con la estructura quebradiza del Parmigiano, realzando su equilibrio entre dulzura y salinidad. Gelatina: Gelatina de Frambuesas. La gelatina de frambuesas añade una nota ligeramente ácida y afrutada que contrasta con la granulosidad y el sabor salado del Parmigiano, ofreciendo una sensación fresca y refinada. Crema: Crema de Vinagre Balsámico de Módena IGP y Higos. Esta crema, con la dulzura de los higos y la acidez del vinagre balsámico, completa el perfil complejo del Parmigiano, enfatizando su delicadeza y dulzura. Purísima: Purísima de Arándanos Silvestres. La purísima de arándanos, con su sabor ácido e intenso, acentúa la frescura y las notas afrutadas del queso, haciendo que la experiencia gustativa sea particularmente equilibrada y sofisticada. Tradicional: Mostaza Fina de Carpi. La Mostaza Fina de Carpi, con sus matices de fruta escarchada, añade un toque especiado y dulce que completa el Parmigiano, valorizando su elegancia y tradición. Cerveza: Excelente con una cerveza Pilsner o una Golden Ale, que completan la frescura afrutada del Parmigiano. Vinos: Ideal con un vino blanco fresco y afrutado, como un Pignoletto o un Sauvignon Blanc, o con un tinto ligero como un Lambrusco de Sorbara, que equilibra la dulzura y la salinidad del queso. Pan: Perfecto con pan rústico o tostadas integrales, que acompañan la fragilidad del Parmigiano. Otros Maridajes: Delicioso degustado en pureza, o utilizado para enriquecer ensaladas de fruta fresca y verduras de temporada para un toque de elegancia. Cuchillo Recomendado: Se recomienda un cuchillo de almendra para quesos envejecidos, para romper el queso y mantener intacta su textura quebradiza.
Precio IVA incluido
El Parmigiano Reggiano Vacca Blanca Modenese es una excelencia láctea producida exclusivamente con leche de la rara Vacca Blanca Modenese, una raza autóctona ideal para la producción de Parmigiano gracias a su equilibrio perfecto entre grasas y proteínas. Este queso, Presidio Slow Food, representa una salvaguardia de la biodiversidad y de la tradición italiana. Con una maduración de 24 meses, desarrolla un perfil organoléptico distintivo que celebra la tradición y la calidad. Características Organolépticas: Apariencia: Forma cilíndrica tradicional con corteza dura. Pasta de color amarillo pajizo, libre de ojos o con ojos pequeños. Estructura: Granulosidad evidente, con una consistencia quebradiza y soluble, típica de un Parmigiano madurado 24 meses. Olor y Aroma: Notas de mantequilla derretida, leche y yogur, con un retrogusto afrutado que evoca matices de plátano y piña, que otorgan al queso una frescura única. Sabor: Salado y bien equilibrado, con una dulzura natural que se fusiona armoniosamente con las notas saladas, creando un gusto delicado y envolvente. Maduración: 24 meses. Maridajes Recomendados: Miel: Miel de Lavanda. La miel de lavanda, con su dulzura floral y delicada, realza las notas afrutadas y el retrogusto de plátano y piña del Parmigiano, añadiendo un matiz aromático que equilibra la salinidad. Perlas: Perlas de Naranja. Las perlas de naranja, con su toque cítrico y ligeramente dulce, armonizan perfectamente con las notas de fruta fresca del queso, creando un contraste vibrante y aromático. Compota: Compota de Peras y Vinagre Balsámico de Módena IGP. La compota de peras, dulce y ligeramente ácido, enriquecida por el balsámico, se combina con la estructura quebradiza del Parmigiano, realzando su equilibrio entre dulzura y salinidad. Gelatina: Gelatina de Frambuesas. La gelatina de frambuesas añade una nota ligeramente ácida y afrutada que contrasta con la granulosidad y el sabor salado del Parmigiano, ofreciendo una sensación fresca y refinada. Crema: Crema de Vinagre Balsámico de Módena IGP y Higos. Esta crema, con la dulzura de los higos y la acidez del vinagre balsámico, completa el perfil complejo del Parmigiano, enfatizando su delicadeza y dulzura. Purísima: Purísima de Arándanos Silvestres. La purísima de arándanos, con su sabor ácido e intenso, acentúa la frescura y las notas afrutadas del queso, haciendo que la experiencia gustativa sea particularmente equilibrada y sofisticada. Tradicional: Mostaza Fina de Carpi. La Mostaza Fina de Carpi, con sus matices de fruta escarchada, añade un toque especiado y dulce que completa el Parmigiano, valorizando su elegancia y tradición. Cerveza: Excelente con una cerveza Pilsner o una Golden Ale, que completan la frescura afrutada del Parmigiano. Vinos: Ideal con un vino blanco fresco y afrutado, como un Pignoletto o un Sauvignon Blanc, o con un tinto ligero como un Lambrusco de Sorbara, que equilibra la dulzura y la salinidad del queso. Pan: Perfecto con pan rústico o tostadas integrales, que acompañan la fragilidad del Parmigiano. Otros Maridajes: Delicioso degustado en pureza, o utilizado para enriquecer ensaladas de fruta fresca y verduras de temporada para un toque de elegancia. Cuchillo Recomendado: Se recomienda un cuchillo de almendra para quesos envejecidos, para romper el queso y mantener intacta su textura quebradiza.