Producto elaborado con la leche selecta de Vacca Bruna, este Parmigiano Reggiano madurado durante 30 meses representa el equilibrio perfecto entre tradición y calidad. La Vacca Bruna, conocida por su leche rica en grasas y proteínas, contribuye a la cremosidad y complejidad del queso. La maduración de 30 meses le otorga al Parmigiano un sabor intenso y una estructura quebradiza con granulosidad marcada, enriquecida con cristales de tirosina, característicos de los quesos añejados. En el paladar, ofrece una compleja gama aromática que incluye notas de mantequilla derretida, frutos secos y especias, con un retrogusto persistente y envolvente. Aspecto: Forma cilíndrica tradicional con corteza dura. Pasta de color amarillo pajizo intenso, sin ojos o con ojos pequeños. Estructura: Granulosidad bien evidente, consistencia quebradiza y cristalina, enriquecida con cristales de tirosina que aportan una textura distintiva. Olor y aroma: Complejos e intensos, con notas de mantequilla derretida, frutos secos y un ligero componente especiado que añade profundidad. Sabor: Sabroso y bien equilibrado entre dulzura y salinidad, con un retrogusto persistente de frutos secos y especias. Maduración: 30 meses. Maridajes recomendados: miel de rocío, perlas con condimento blanco y trufa, compota de higos y Vinagre Balsámico de Módena IGP, gelatina de Lambrusco de Módena DOP, crema de Vinagre Balsámico de Módena IGP y frutos del bosque, puré de peras, mostaza fina de Carpi, cerveza Amber Ale y Belgian Dubbel, vinos Chianti y Chardonnay. Perfecto con pan rústico o focaccia integral. Excelente para degustar solo o acompañado de nueces y almendras, o para enriquecer risottos y platos de pasta rellena. Se recomienda un cuchillo almendra para quesos curados, para mantener intacta la consistencia quebradiza y granulada.
Precio IVA incluido
Producto elaborado con la leche selecta de Vacca Bruna, este Parmigiano Reggiano madurado durante 30 meses representa el equilibrio perfecto entre tradición y calidad. La Vacca Bruna, conocida por su leche rica en grasas y proteínas, contribuye a la cremosidad y complejidad del queso. La maduración de 30 meses le otorga al Parmigiano un sabor intenso y una estructura quebradiza con granulosidad marcada, enriquecida con cristales de tirosina, característicos de los quesos añejados. En el paladar, ofrece una compleja gama aromática que incluye notas de mantequilla derretida, frutos secos y especias, con un retrogusto persistente y envolvente. Aspecto: Forma cilíndrica tradicional con corteza dura. Pasta de color amarillo pajizo intenso, sin ojos o con ojos pequeños. Estructura: Granulosidad bien evidente, consistencia quebradiza y cristalina, enriquecida con cristales de tirosina que aportan una textura distintiva. Olor y aroma: Complejos e intensos, con notas de mantequilla derretida, frutos secos y un ligero componente especiado que añade profundidad. Sabor: Sabroso y bien equilibrado entre dulzura y salinidad, con un retrogusto persistente de frutos secos y especias. Maduración: 30 meses. Maridajes recomendados: miel de rocío, perlas con condimento blanco y trufa, compota de higos y Vinagre Balsámico de Módena IGP, gelatina de Lambrusco de Módena DOP, crema de Vinagre Balsámico de Módena IGP y frutos del bosque, puré de peras, mostaza fina de Carpi, cerveza Amber Ale y Belgian Dubbel, vinos Chianti y Chardonnay. Perfecto con pan rústico o focaccia integral. Excelente para degustar solo o acompañado de nueces y almendras, o para enriquecer risottos y platos de pasta rellena. Se recomienda un cuchillo almendra para quesos curados, para mantener intacta la consistencia quebradiza y granulada.