El vino Carpio bianco bresciano IGT, producido por la empresa La Pergola, es una fascinante expresión de la viticultura de la provincia de Brescia, en Lombardía. Esta región se caracteriza por un clima templado y un terreno variado que, gracias a la presencia de lagos y colinas morrénicas, ofrece condiciones ideales para el cultivo de diversas variedades de uvas. La combinación de suelos calcáreos y arcillosos, junto con las variaciones térmicas entre el día y la noche, contribuye a desarrollar uvas con un perfil aromático complejo y una buena acidez. Los viñedos de los que proviene el Carpio bianco se cultivan principalmente con Riesling, Chardonnay e Incrocio Manzoni. El Riesling confiere al vino una marcada mineralidad y frescura, mientras que el Chardonnay aporta estructura y notas afrutadas. El Incrocio Manzoni, una variedad obtenida del cruce entre Riesling Renano y Pinot Bianco, añade una mayor complejidad aromática, con notas de flores blancas y frutas exóticas. La combinación de estas variedades permite obtener un vino equilibrado e intrigante, que logra expresar al máximo las características del territorio bresciano. El proceso de producción del Carpio bianco comienza con una vendimia manual, que permite seleccionar cuidadosamente los mejores racimos. Las uvas se prensan delicadamente para extraer el mosto flor, que se fermenta a temperatura controlada en tanques de acero inoxidable. Este método permite preservar los aromas primarios de las uvas y mantener la frescura del vino. Durante la fermentación, se adoptan técnicas específicas para resaltar la complejidad aromática y la estructura del vino. Después de la fermentación, el vino se afina sobre las lías durante algunos meses, una práctica que contribuye a desarrollar una mayor complejidad y redondez. La crianza sobre lías, conocida como "sur lie", enriquece el vino con notas de pan tostado y avellana, además de mejorar su consistencia en el paladar. Maridajes: El Carpio bianco bresciano IGT La Pergola es un vino que se presta a ser maridado con una variedad de platos, gracias a su versatilidad y frescura. Un maridaje que funciona particularmente bien es con platos a base de pescado, como una lubina al horno o un delicado carpaccio de atún. Su frescura también se combina bien con la cocina mediterránea, por lo que una ensalada de mariscos o unos crustáceos a la parrilla podrían resaltar sus características. Si prefieres la cocina vegetariana, este vino se combina excelentemente con platos a base de verduras frescas, como una ratatouille o calabacines a la parrilla aderezados con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. También un risotto de espárragos puede ser una excelente elección, ya que la cremosidad del plato se equilibra bien con la frescura del vino. Para quienes aman los quesos, un maridaje interesante podría ser con quesos frescos y suaves, como una mozzarella de búfala o un queso de cabra, que realzan su delicadeza. Finalmente, para un aperitivo sabroso, puedes acompañarlo con canapés de salmón ahumado o con crostini con paté de aceitunas, que resaltan su versatilidad y ligereza. Conservación: Conservar en un lugar fresco y seco Graduación alcohólica: 12.50% Añada: 2023 Denominación: Benaco Bresciano IGT Bianco