El Cuvée Doré de Casa Coller es un vino que encarna la elegancia y la tradición del territorio veneto, una región reconocida por su cultura vitivinícola secular. Situados entre suaves colinas y paisajes pintorescos, los viñedos de Casa Coller se benefician de un microclima ideal, caracterizado por días soleados y noches frescas. Este entorno perfecto permite una maduración óptima de las uvas, que incluyen variedades tradicionales como la Glera, típica de los mejores espumantes de la zona. El suelo calcáreo y bien drenado contribuye además a conferir al vino una mineralidad distintiva y una complejidad aromática única. El proceso de producción del Cuvée Doré es meticuloso y respetuoso de las tradiciones locales, integrando técnicas modernas para realzar la calidad del vino. Las uvas se recolectan a mano para garantizar una selección cuidadosa de los mejores racimos. Tras una prensada suave, el mosto fermenta a temperatura controlada, preservando la frescura y los aromas varietales. El afinamiento se realiza en tanques de acero inoxidable, donde el vino desarrolla su finura y su bouquet aromático, caracterizado por notas florales y frutales. El resultado es un vino espumoso elegante, con una burbuja fina y persistente, perfecto para celebrar momentos especiales. Maridajes: El Cuvée Doré de Casa Coller es un vino versátil que acompaña una variedad de platos. Para un aperitivo elegante, se puede combinar con crostinis con salmón ahumado, donde la frescura del vino equilibra la riqueza del pescado. Para opciones más delicadas, ostras o mariscos crudos son una excelente elección, ya que la vivacidad del vino realza los sabores marinos. En primeros platos, un risotto de mariscos o pasta con almejas crean un maridaje armonioso. La estructura del vino sostiene la salinidad de estos platos sin opacarla. Para segundos platos, se puede considerar un maridaje con carnes blancas como pollo o pavo, quizás preparadas con hierbas aromáticas y limón. También un filete de pescado al horno con verduras a la parrilla es una opción ganadora, gracias a la capacidad del vino para realzar sabores sencillos. Para el queso, se recomienda optar por quesos frescos y de pasta blanda, como burrata o queso de cabra, que combinan bien con la ligereza y acidez del vino. Finalmente, para cerrar la comida con dulzura, un postre a base de fruta, como una tarta de fruta fresca o un sorbete de limón, puede ser un final refrescante y armonioso. Conservación: Conservar en un lugar fresco y seco.
Precio IVA incluido
El Cuvée Doré de Casa Coller es un vino que encarna la elegancia y la tradición del territorio veneto, una región reconocida por su cultura vitivinícola secular. Situados entre suaves colinas y paisajes pintorescos, los viñedos de Casa Coller se benefician de un microclima ideal, caracterizado por días soleados y noches frescas. Este entorno perfecto permite una maduración óptima de las uvas, que incluyen variedades tradicionales como la Glera, típica de los mejores espumantes de la zona. El suelo calcáreo y bien drenado contribuye además a conferir al vino una mineralidad distintiva y una complejidad aromática única. El proceso de producción del Cuvée Doré es meticuloso y respetuoso de las tradiciones locales, integrando técnicas modernas para realzar la calidad del vino. Las uvas se recolectan a mano para garantizar una selección cuidadosa de los mejores racimos. Tras una prensada suave, el mosto fermenta a temperatura controlada, preservando la frescura y los aromas varietales. El afinamiento se realiza en tanques de acero inoxidable, donde el vino desarrolla su finura y su bouquet aromático, caracterizado por notas florales y frutales. El resultado es un vino espumoso elegante, con una burbuja fina y persistente, perfecto para celebrar momentos especiales. Maridajes: El Cuvée Doré de Casa Coller es un vino versátil que acompaña una variedad de platos. Para un aperitivo elegante, se puede combinar con crostinis con salmón ahumado, donde la frescura del vino equilibra la riqueza del pescado. Para opciones más delicadas, ostras o mariscos crudos son una excelente elección, ya que la vivacidad del vino realza los sabores marinos. En primeros platos, un risotto de mariscos o pasta con almejas crean un maridaje armonioso. La estructura del vino sostiene la salinidad de estos platos sin opacarla. Para segundos platos, se puede considerar un maridaje con carnes blancas como pollo o pavo, quizás preparadas con hierbas aromáticas y limón. También un filete de pescado al horno con verduras a la parrilla es una opción ganadora, gracias a la capacidad del vino para realzar sabores sencillos. Para el queso, se recomienda optar por quesos frescos y de pasta blanda, como burrata o queso de cabra, que combinan bien con la ligereza y acidez del vino. Finalmente, para cerrar la comida con dulzura, un postre a base de fruta, como una tarta de fruta fresca o un sorbete de limón, puede ser un final refrescante y armonioso. Conservación: Conservar en un lugar fresco y seco.