El conejo al horno es un excelente plato principal perfecto para servir en un almuerzo familiar dominical. Se recomienda acompañarlo con Grignolino, un vino tinto rubí claro y brillante, con aromas inicialmente especiados, pimienta negra y frutos rojos pequeños, que luego evoluciona en la copa ofreciendo un perfil más suave y amplio con notas de fruta más dulce, sabor envolvente e intenso, con buena persistencia y taninos ligeros característicos del Grignolino apenas perceptibles.
Prepare el caldo vegetal o utilice agua caliente en igual peso.
Pique el romero y transfiera la mitad a una sartén con 40 g de aceite y un diente de ajo.
Agregue una hoja de laurel y deje aromatizar a fuego bajo durante 2-3 minutos.
Suba el fuego, añada los trozos de conejo y dórelos por ambos lados durante 3-4 minutos, salpimiente.
Desglase con el vino blanco, deje evaporar el alcohol, añada un cucharón de caldo y cocine a fuego lento durante 5-6 minutos.
Pele las patatas, córtelas en trozos grandes y filetee la cebolla.
En un bol, mezcle las patatas y cebollas con romero, tomillo, sal, pimienta y 20 g de aceite.
Distribuya las patatas y cebollas en una bandeja aceitada con 10 g de aceite, añada los trozos de conejo y el caldo restante.
Cocine en horno estático precalentado a 200° durante 40 minutos.
Sirva el conejo al horno aún humeante.
Grignolino
El conejo al horno puede conservarse hasta 1 día en refrigeración en un recipiente hermético. No se recomienda congelar.
753 calorías por porción. Para un sabor más intenso, añadir especias como curry o pimentón.
Italia, Lazio
Energía (kcal) | 150 |
Carbohidratos (g) | 13,44 |
de los cuales Azúcares (g) | 9,26 |
Grasas (g) | 6,01 |
de los cuales saturados (g) | 1,53 |
Proteínas (g) | 8,81 |
Fibra (g) | 4,82 |
Venta (g) | 0,05 |