El Parmigiano Reggiano Vacca Frisona 50 mesi es una verdadera excelencia quesera, que representa la cima de la complejidad e intensidad aromática que una larga maduración puede conferir. Producido con leche cruda de Vacca Frisona, este Parmigiano ha madurado durante 50 meses, desarrollando un perfil aromático rico y decidido. La larga maduración le da al queso una estructura particularmente quebradiza y una granulometría marcada, ideal para quienes aman sabores intensos y envolventes. Aspecto: Forma cilíndrica tradicional con corteza gruesa y dura. Pasta de color amarillo pajizo intenso, sin ojos o con ojos pequeños. Estructura: Granulometría muy evidente, consistencia quebradiza y cristalina, con numerosos cristales de tirosina que le dan al queso una textura distintiva. Olor y aroma: Complejos e intensos, con notas de frutos secos, especias, caldo de carne y un ligero componente de cuero y madera, típico de las largas maduraciones. Sabor: Decidido y rico, con una salinidad marcada equilibrada por un retrogusto complejo de especias y frutos secos, acompañado de un agradable picante. Maduración: 50 meses. Maridajes recomendados: miel de rocío, perlas con condimento blanco y trufa, compota de higos y vinagre balsámico de Módena IGP, gelatina de vinagre balsámico de Módena IGP y trufa, crema de vinagre balsámico de Módena IGP y higos, puré de frutos del bosque, Savòr modenese, cerveza de abadía o Belgian Quad, vinos como Brunello di Montalcino, Amarone della Valpolicella y Chardonnay barricado, pan rústico o crostini integrales, miel de castaño o mermelada de higos, nueces y frutos secos. Se recomienda un cuchillo almendra para quesos curados, para romper el queso preservando su estructura granulada.
Precio IVA incluido
El Parmigiano Reggiano Vacca Frisona 50 mesi es una verdadera excelencia quesera, que representa la cima de la complejidad e intensidad aromática que una larga maduración puede conferir. Producido con leche cruda de Vacca Frisona, este Parmigiano ha madurado durante 50 meses, desarrollando un perfil aromático rico y decidido. La larga maduración le da al queso una estructura particularmente quebradiza y una granulometría marcada, ideal para quienes aman sabores intensos y envolventes. Aspecto: Forma cilíndrica tradicional con corteza gruesa y dura. Pasta de color amarillo pajizo intenso, sin ojos o con ojos pequeños. Estructura: Granulometría muy evidente, consistencia quebradiza y cristalina, con numerosos cristales de tirosina que le dan al queso una textura distintiva. Olor y aroma: Complejos e intensos, con notas de frutos secos, especias, caldo de carne y un ligero componente de cuero y madera, típico de las largas maduraciones. Sabor: Decidido y rico, con una salinidad marcada equilibrada por un retrogusto complejo de especias y frutos secos, acompañado de un agradable picante. Maduración: 50 meses. Maridajes recomendados: miel de rocío, perlas con condimento blanco y trufa, compota de higos y vinagre balsámico de Módena IGP, gelatina de vinagre balsámico de Módena IGP y trufa, crema de vinagre balsámico de Módena IGP y higos, puré de frutos del bosque, Savòr modenese, cerveza de abadía o Belgian Quad, vinos como Brunello di Montalcino, Amarone della Valpolicella y Chardonnay barricado, pan rústico o crostini integrales, miel de castaño o mermelada de higos, nueces y frutos secos. Se recomienda un cuchillo almendra para quesos curados, para romper el queso preservando su estructura granulada.