Tiramisù clásico

Preparar 300 g de café con la moka y endulzarlo al gusto. Dejar enfriar en un bol bajo y amplio.

Separar las yemas de las claras. Batir las yemas con la mitad del azúcar hasta obtener una mezcla clara y espumosa.

Con las varillas en funcionamiento añadir el mascarpone a las yemas poco a poco hasta obtener una crema densa y compacta; reservar.

Limpiar las varillas y montar las claras a punto de nieve. Cuando comiencen a espumar, incorporar el resto del azúcar poco a poco y batir a punto de nieve firme.

Tomar una cucharada de claras montadas y mezclarla enérgicamente con la crema de mascarpone para aligerarla.

Agregar el resto de las claras a la crema, mezclando suavemente de abajo hacia arriba para no desinflar la mezcla.

Distribuir una generosa cucharada de crema en el fondo de la fuente (30x19,5 cm) y alisar.

Empapar los bizcochos en el café frío durante unos instantes, primero de un lado y luego del otro, teniendo cuidado de no empaparlos demasiado.

Disponer los bizcochos empapados en la fuente formando la primera capa.

Cubrir los bizcochos con otra crema de mascarpone y alisar bien.

Formar una segunda capa de bizcochos empapados en café y cubrir con la crema restante, alisando la superficie.

Transferir la crema restante a una manga pastelera con boquilla lisa (diámetro aproximadamente 12 mm) y hacer pequeños copos sobre toda la superficie de la bandeja (opcional).

Espolvorear con cacao amargo en polvo.

Dejar enfriar en el refrigerador durante al menos 2 horas (mejor 6 horas o toda la noche) antes de servir.